martes, 27 de enero de 2015

Osteoporosis en tu mente.

Comúnmente lo conocemos como la enfermedad que ''se va desgastando al hueso haciéndole poros'', pero si nos introducimos más técnicos diremos que la osteoporosis es la eliminación del tejido que contiene en la matriz (la matriz tiene una concentración baja de glucosaminoglucanos, GAG) que son las proteínas (como la osteocalcina unida a la hidroxipatita.), además de algunas sales minerales (como el calcio) que forman la estructura del hueso.
Lo que causa de esta patología es una disminución de la masa ósea debido a que en los huesos tenemos células osteoblastos(creación) y osteoclastos(destrucción) que van haciendo un proceso de remodelado óseo continuo desde que nacemos hasta que dejamos de vivir. Lo que sucede en este tipo de personas que sufren esta patología es que a partir de la tercera década  más o menos de nuestra vida este proceso de remodelado se va haciendo más lento a lo habitual y se van creando más células osteoclastos que osteoblastos, cuando ya esta creación de osteoclastos es más abundante es lo que causa la osteoporosis así convirtiendo el hueso más débil, menos rígido, con menos estabilidad y produciendo mayor grado de fracturas.
Normalmente detectaremos la osteoporosis a partir de una fractura hay unos huesos y huesos largos (fémur, humero, radio, cubito…) ya que esta enfermedad suele ser asintomática (no hay síntomas hasta que se fractura o duele en exceso) las fracturas más comunes son en las vértebras, en el cuello del fémur, cadera, muñeca.  

• Vertebras: no suele dar síntoma, entonces la descubriremos mediante una radiografía o una densitometría, cuando nuestro paciente nos diga que tiene un dolor agudo, crónico, se produzca una deformidad de hipercifosis en las vértebras dorsales produciendo la famosa ‘’chepa o joroba’’ o una hiperlordosis en las vértebras lumbares.
• Cadera: lo que ocurre normalmente es que la cabeza del fémur se fractura y la persona acto seguido sufre una caída, además del dolor agudo e incapacidad de movilizar la extremidad afectada y debe ser intervenida rápidamente.
PATOGENIA  OP
  • raza caucásicos y asiáticos
  • mujeres menopausicas
  • amenorrea
  • anorexia
  • sedentarias
  • Efecto secundario debido a otras enfermedades (síndrome Cushing, genéticas, endocrinas, hepáticas, insuficiencia renal, metabólicas)
  • Fármacos
  • Abuso de alcohol y tabaco
  • Hombres a partir de los 70 años

DIAGNOSTICO
•  Historia Clínica y exploración física: mediante el dolor crónico que nos relata el paciente, la disminución de la altura, la hipercifosis.
•  Pruebas de Imagen para el Diagnostico: confirmaremos que hay fractura mediante una radiografía pero si queremos saber cómo está el hueso y sus valores usaremos el  TAC con la prueba de Densitometría que es una prueba que determina la densidad mineral ósea.
•  Análisis de laboratorio: se miran los nivel de calcio en sangre y en orina, además del calcio se mira el fosforo, hormonas del tiroides, como está la vitamina D y pruebas hepáticas y renales pero lo que se mira en especial es la enzima fosfatasa alcalina que está en la sangre que lo que hace es aumentar cuando existe osteoporosis sobre todo cuando se está produciendo la reparación de la fractura mediante el ‘’callo’’.

Tratamientos:
  • Dieta rica en calcio, vit.D
  • Evitar consumo de alcohol y drogas
  • Dieta sin cafeína ni diuréticos.
  • Hacer ejercicios como tai chi o yoga, evitando la perdida de equilibrio y caídas.

Fármacos:
•  Calcio, vitamina D hay preparados farmacológicos pero es mejor introducirlos en nuestra dieta.
•  Bifosfanatos (ácido alendronico, ácido risedronico, ácido etidronico)  que lo que hacen es disminuir la frecuencia de eliminación del tejido óseo. Administración vía oral.
•  Raloxifeno que actúa sobre las hormonas femeninas que son los estrógenos, este fármaco ayuda a que no se produzca tan fácil la fractura
•  Terapia hormonal sustitutiva a los estrógenos y progestágenos  que se usa cuando la mujer menopáusica no tolera otros fármacos aunque no se suele usar porque han detectado que cauda trombos y cáncer de mama.
•  Calcitonina: disminuye que puedan haber más fracturas se administra intranasal

•  Teriparatida se administra mediante inyecciones subcutáneas y es un fragmento de hormona paratiroidea que favorece la formación del hueso, y es una innovación este último fármaco.

·         TRATAMIENTO FISIOTERAPEUTICO: 

1    1.     APLASTAMIENTO DE VERTEBRAS

– Durante un primer periodo de tiempo comprendido entre los 15 y 30 primeros días de evolución, el tratamiento consistirá en:

– Reposo con soporte de yeso o cama dura, donde se trabajará al mismo tiempo la independencia mientras se encuentra encamado.
– Ejercicios isométricos de erección de la columna vertebral.
– Ejercicios respiratorios.
– Termoterapia.
– Movilización de las extremidades contra ligera resistencia.
– Masoterapia circulatoria de las extremidades y de la espalda, especialmente de las masas paravertebrales.
Tras ese primer periodo de 30 días y cuando sea posible (teniendo en cuenta la personalización del tratamiento fisioterápeutico):
– Verticalización progresiva precoz, con protección (rol de sostén y/o de estimulación propioceptiva).
– Reeducación raquídea suave predominantemente estática y reeducación respiratoria completa.
– Hidroterapia caliente.
– Enseñanza de reglas de higiene de vida (no encorvarse, no sentarse en sillones profundos, el uso de una cama dura, etc.) y de un programa de gimnasia de mantenimiento bajo la supervisión del médico, el fisioterapeuta y especialmente del preparador físico como persona especializada en el tema.

  1. 2.  FRACTURA DE VERTEBRAS

En el caso de fracturas vertebrales durante una primera fase aguda, se recomienda reposo encamado durante 2- 3 semanas, evitando la prolongación de éste, porque se beneficiará la pérdida de masa ósea.
 No debemos olvidar que el masaje por fricción suave sedativo es beneficioso.
Para aliviar el dolor, evitando que éste se haga crónico, en esta primera fase pueden ser útiles la estimulación eléctrica transcutánea (T.E.N.S.), el tratamiento interferencial o incluso la propia acupuntura.
 Los pacientes deben ser movilizados lo antes posible, prestando atención a la fragilidad del esqueleto en general para la reeducación (ejercicios ligeros, progresivos y muy vigilados), pues siempre existe el riesgo de nuevas fracturas. Las contracturas durante los 10-20 primeros días se pueden aliviar con compresas calientes húmedas.
Cuando disminuya el dolor, al cabo de los 7-14 primeros días, se iniciarán movilizaciones progresivas con tiempos de reposo intercalados, ejercicios respiratorios e hidrocinesiterapia caliente, todo ello acompañado de consejos de economía articular.
Posteriormente, en una fase tardía, los pacientes requerirán un estudio completo del dolor, de las deformidades, de la postura, del arco de movilidad, del equilibrio, de la marcha y del nivel de confianza. Los fisioterapeutas estarán implicados en la reeducación de la postura y en la enseñanza de los ejercicios de fortalecimiento de las áreas afectadas. Los ejercicios específicos ayudarán también a mantener el arco de movilidad, aumentar la coordinación y el equilibrio e incrementar la confianza del paciente. Se alentará a los pacientes a practicar sus propios ejercicios en casa de forma regular. En esta fase también pueden ser útiles otras modalidades terapéuticas como la electroterapia y las técnicas de relajación.

 3. OSTEOPOROSIS SECUNDARIA A LA INMOVILACION
La inmovilización prolongada es responsable de osteoporosis más o menos extensa (0,9% de pérdida de masa ósea por semana de inmovilización, en la columna vertebral).
 El volumen trabecular óseo se estabiliza alrededor de un umbral denominado fructuario al cabo de 25 semanas de inmovilización. La ausencia de la acción de la gravedad y la pérdida del tono muscular son los grandes factores que se hallan en el origen de esta osteoporosis.
La fisioterapia en estos casos ha de ser esencialmente preventiva, pues la mejor terapia es el restablecimiento completo de las contracciones musculares y de las presiones sobre el hueso, es decir, el retorno a la vida normal.
Dentro de lo posible, según la causa de la inmovilización, y durante toda ésta, tendremos en cuenta el siguiente protocolo de tratamiento:
– Masoterapia circulatoria y fundamentalmente trófica muscular.
– Movilización activa general.
– Reeducación respiratoria general.
– Contracciones musculares, principalmente isométricas bajo yeso e isotónicas generales asistidas.
– Apoyos discontinuos sobre la planta de los pies en el eje del miembro.
– Verticalización precoz y progresiva en un plano inclinado dos horas por día como mínimo en periodos de treinta minutos.
– Evitar al máximo la inmovilización.
                                 

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